El Centro de Investigación Biomédica en Red de Cáncer (CIBERONC) nació a inicios de 2017 con el objetivo último de mejorar la realidad del paciente de cáncer a través de la investigación. Esta nueva área del CIBER está formada por 50 grupos pertenecientes a 27 instituciones consorciadas entre hospitales, universidades y centros de investigación. Estos equipos multidisciplinares trabajan conjuntamente en seis grandes programas científicos: ‘Tumores del tracto digestivo’, ‘Cáncer de mama’, ‘Tumores del tracto respiratorio’, ‘Tumores hematológicos’, ‘Tumores de baja prevalencia’ y ‘Mecanismos moleculares de la progresión tumoral’. La creación de esta área representa una gran oportunidad para integrar la excelente investigación básica que se realiza actualmente en España en la realidad clínica. Joaquín Arribas es el director científico del CIBERONC.
-Ha asumido la responsabilidad de la dirección científica del Centro de Investigación Biomédica en Red de Cáncer en estos primeros compases de su trayectoria ¿qué retos se marca como director científico de CIBERONC?
-Uno de los principales objetivos del CIBERONC es conseguir una integración más efectiva de la investigación básica y la clínica. Todos los programas de CIBERONC tienen una coordinación doble que incluye un investigador clínico y uno básico. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el proceso no es sencillo. La investigación básica y la clínica son diferentes en muchos aspectos organizativos. La carrera de un investigador clínico es distinta a la de uno básico y debe ser evaluada de manera diferente. De todos modos, el objetivo es común y en el contexto del CIBERONC día a día estamos superando las dificultades que suponen esas diferencias para desarrollar la investigación como un continuo que va desde el descubrimiento inicial a la mejora del tratamiento de los pacientes con cáncer.
-¿Qué grupos de investigación componen esta nueva área temática del CIBER y cuál es su perfil?
-Nuestra área está compuesta por 50 de los mejores grupos de investigación oncológica del país, manteniendo un equilibrio entre perfiles de investigación básico-traslacional e investigación clínica.
-¿Qué ventajas puede aportar a la investigación en el campo de la oncología el hecho de contar con una estructura como el CIBERONC?
-CIBERONC es una vía de conexión directa entre estos 50 grupos de investigación, los cuales se encuentran repartidos en 27 instituciones diferentes a lo largo del país incluyendo hospitales, universidades y centros de investigación. Mantenemos canales de comunicación abiertos entre todos los grupos constantemente. Estos incluyen reuniones mensuales de los programas científicos, así como al menos una reunión anual de todos los grupos del CIBERONC. Esto lo convierte en una herramienta única para potenciar el alineamiento y la integración de los esfuerzos y recursos que se dan en la investigación oncológica a nivel nacional. Por otra parte, la composición equilibrada entre investigadores pre-clínicos y clínicos garantiza una mayor probabilidad de traslación de los resultados para que la sociedad pueda beneficiarse de ellos lo antes posible.
-¿Qué puede aportar el nuevo CIBERONC a la red de centros de investigación en Cáncer que ya vienen funcionando en España?
-CIBERONC es una continuación de la antigua Red Temática de Investigación Cooperativa en Cáncer (RTICC), habiendo acogido a la gran mayoría de grupos de investigación que la integraban. No obstante, al tratarse de un área CIBER, contamos con algunas ventajas organizativas adicionales que facilitan aún más la colaboración e interacción, no sólo entre nuestros grupos, sino también con los grupos de las otras áreas, lo cual resulta un buen potenciador de la innovación científica.
-¿Cómo puede contribuir a la excelencia de la investigación oncológica española?
-Para que la investigación biomédica sea excelente no basta con que sea de calidad, también debe ser práctica. En este sentido, nuestra estructura, la cual aúna investigadores de ciencia básica con investigadores clínicos en una misma dirección, facilita la orientación temprana de los estudios científicos hacia la generación de valor en la clínica.
-¿Cuáles son los objetivos últimos del CIBERONC?
-Como todas las áreas del CIBER, nuestros objetivos finales se ciñen a aquellos establecidos por los estatutos: realizar programas conjuntos de investigación, desarrollo e innovación en el área de cáncer; contribuir a la resolución de los problemas a los que se enfrenta la asistencia sanitaria en el campo de la oncología; promover la participación de los grupos de investigación en actividades de investigación de carácter nacional e internacional, especialmente de las incluidas en los Programas Marco Europeos de I+D+I; promover la transferencia de resultados de los procesos de investigación hacia la sociedad y en especial al sector productivo; y promover la difusión de sus actividades y la formación de investigadores en el ámbito del cáncer.
-¿Cuáles son los programas de investigación que articularán la actividad investigadora del CIBERONC y a qué responde este diseño?
-El Centro de Investigación Biomédica en Red de Cáncer ha sido estructurado en 6 programas científicos con la intención de abarcar el estudio de los diferentes tipos tumorales y los mecanismos moleculares determinantes en oncología. Así, 4 de estos 6 programas se centran en los tejidos de tumoración más prevalentes (tumores del tracto digestivo, cáncer de mama, tumores del tracto respiratorio y tumores hematológicos); el quinto programa está especializado en los tumores de baja prevalencia, y el sexto en el estudio de los mecanismos que determinan la progresión tumoral.
-¿Cuáles son los grandes desafíos de la investigación oncológica actual y qué aproximaciones científicas considera que tienen el mayor potencial para dar respuestas a estos retos?
-El gran desafío de la investigación oncológica siempre ha sido el mismo, entender la naturaleza del tumor dentro de su inmensa heterogeneidad. Cuando hablamos de cáncer no hablamos de una única enfermedad si no que esta patología puede estar causada por miles de alteraciones diferentes y puede cursar de manera muy distinta a una misma pauta de tratamiento, incluso hablando de un mismo tumor en una misma persona. Con los avances de la investigación oncológica cada vez estamos más cerca de entender esta heterogeneidad y de predecir cuál es la pauta de tratamiento más apropiada para cada paciente. Es lo que llamamos medicina personalizada. Nuestro gran reto está en encontrar los biomarcadores correctos para determinar la terapia más apropiada, así como seguir desarrollando terapias más efectivas y específicas que no den lugar a efectos secundarios en los pacientes.
-¿Qué líneas de investigación destacaría en cuanto a la comprensión de los mecanismos moleculares implicados en el desarrollo de los tumores?
-Hay varias líneas de investigación enfocadas a los numerosos mecanismos moleculares implicados en el desarrollo de los tumores, desde aquellas que estudian el entendimiento de la relación entre metabolismo y cáncer, a esos otros enfocados en comprender los mecanismos que dan lugar a la diseminación de las células tumorales y la metástasis. Cada uno de estos mecanismos tienen alteraciones a nivel genético o epigenético, susceptibles de ser utilizados como biomarcadores y que por otro lado pueden ser determinantes a la hora de que el cáncer responda a la terapia o no.
-¿Y en cuanto a la determinación de nuevas dianas terapéuticas y la exploración de nuevos tratamientos?
-La identificación de nuevas dianas está muy relacionada con el punto anterior. Los biomarcadores detectados que correlacionan con respuestas diferenciales a un mismo tratamiento, a menudo revelan nuevas rutas determinantes de la progresión tumoral, las cuales pueden ser atacadas farmacológicamente.
Por otra parte, dentro de las líneas de investigación de CIBERONC, la exploración de nuevos tratamientos tiene varios abordajes; el diseño de nuevos fármacos mediante el estudio in silico de estructuras moleculares que puedan actuar como inhibidores de proteínas diana, la reutilización de fármacos ya existentes mediante nuevas pautas de administración o terapias combinacionales, y el estudio de la inmunoterapia.
-La onco-inmunología es un importante campo de investigación, ¿cómo se aborda la investigación de esta vía en el CIBERONC?
-Somos muy conscientes de la revolución que para el tratamiento de algunos tumores está suponiendo la onco-inmunología. De hecho, uno de nuestros programas (Tissue biomarkers, oncoimmunology and lower prevalence tumors) coordina los esfuerzos de los grupos interesados en este tipo de terapia. Incluso ha publicado recientemente un trabajo muy relevante sobre el tema (Nivolumab in patients with advanced hepatocellular carcinoma (CheckMate 040): an open-label, non-comparative, phase 1/2 dose escalation and expansion trial), en la revista Lancet. De todos modos creemos que el número de grupos dedicados a onco-inmunología es aún insuficiente y esperamos que esta sea una de las áreas de más rápida expansión.
-¿En qué tipos de cáncer se esperan los mayores avances terapéuticos?
-La inmunoterapia está teniendo resultados sorprendentes en un pequeño porcentaje de pacientes de cáncer de pulmón, los cuales suelen tener una supervivencia menor al 15% más allá de los 5 años post diagnóstico.
-También despierta gran interés la biopsia líquida como herramienta de diagnóstico no invasiva, ¿con qué proyectos cuenta en CIBERONC?
-Cuatro de nuestros Programas Científicos desarrollan líneas de investigación sobre biopsia líquida, incluyendo los de tumores del tracto digestivo, cáncer de mama, tumores del tracto respiratorio y tumores de baja prevalencia. Estos proyectos están focalizados en la validación de la biopsia líquida como método no invasivo para diagnosticar y monitorizar pacientes, y se lleva a cabo mediante la identificación de nuevos biomarcadores con estudios retrospectivos y la validación de biomarcadores conocidos en estudios prospectivos.
-¿Qué están aportando los avances tecnológicos a la investigación sobre cáncer?
-Los avances tecnológicos de la última década son los que han posibilitado el actual desarrollo de la medicina personalizada. Un buen ejemplo es la biopsia líquida: hubiera sido inimaginable sin el desarrollo sin precedentes de las técnicas de secuenciación de DNA. La posibilidad del estudio masivo de datos moleculares en relación con el estado del paciente han hecho factible la identificación de esos biomarcadores de valor diagnóstico y pronóstico que ayudan a los oncólogos clínicos a establecer un mejor diseño del tratamiento de la enfermedad.
-¿Cómo abordará el CIBERONC el reto que supone la transferencia de conocimiento de los centros de investigación a la comunidad científica y asistencial?
-El carácter dual y equitativo entre investigadores de ciencia básica-traslacional e investigadores clínicos facilita en gran medida esa transferencia de conocimiento hacia la parte asistencial. Además, desde CIBERONC queremos potenciar al máximo este aspecto y nos mostramos altamente participativos con la mayoría de eventos relacionados con la actividad oncológica que se dan en la comunidad científica de nuestro país.
-¿Y al paciente y la sociedad en general?
-Desde el CIBERONC estamos muy interesados en la integración del paciente con nuestra actividad científica y traslacional. Para conseguir esta integración, ya desde los inicios de nuestra área hemos establecido contacto con la Asociación Española Contra el Cáncer, la cual es una conexión directa con el paciente y los familiares afectados por esta enfermedad. Por otra parte, a través de nuestra página web pretendemos que no sólo los profesionales de la oncología, sino también el público general pueda llegar a conocer los avances de nuestra labor.